En la Misa de acción de gracias celebrada en la Basílica de Santa María sopra Minerva, el decano del Colegio Cardenalicio recordó al nuevo santo como "testigo de autenticidad evangélica y espléndido modelo para los jóvenes". Al día siguiente de la canonización, el purpurado subrayó su activo compromiso socio-político, su constante entrega a la caridad y un estilo de vida discreto, pero al mismo tiempo brillante y apasionado.