En su homilía durante la Misa celebrada en L'Aquila, el Secretario de Estado Vaticano recordó que solo Jesús puede realzar la identidad de cada persona; cruzar la Puerta Santa no es un gesto mágico; debe hacerse con auténtica fe. Tras la celebración, se abrió la Puerta Santa de la Basílica de Santa María de Collemaggio.