Durante su intervención en el encuentro internacional "La Ciencia para la Paz", que se celebra en Teramo, región de los Abruzos, el vicecanciller de la Pontificia Academia de las Ciencias analizó las Confesiones de san Agustín para hablar de una esperanza "conocedora" que no es una "opinión optimista sobre el futuro", sino una forma de habitar lo inacabado con plena conciencia.