La capital de Kivu del Norte, ocupada a finales de enero por rebeldes del grupo M23, está a merced del caos y la violencia. La ONU habla de al menos 8.000 víctimas confirmadas en los combates, pero la situación sigue siendo muy grave y no se vislumbra ninguna salida a la crisis. Los medios vaticanos recogieron el testimonio de un miembro de la comunidad de Muungano: «Los asesinatos ocurren a diario sin que nadie intervenga. Ya no hay policías, ni tribunales, ni jueces».