Francisco, antes de la oración mariana en la Epifanía del Señor, exhorta reconocer a Jesús cerca de nosotros, en la Eucaristía, en los pobres, en los abandonados, en los encarcelados, porque dando un poco de nuestro tiempo y energías a Dios y al prójimo, podremos encontrar consuelo consolando, alivio aliviando, y dar sentido a nuestra existencia.